Se ahogaba.
Fue lo primero que sintió antes de abrir los ojos.
Al intentar incorporarse, se golpeó la cabeza contra el interior de la cápsula, que aún permanecía cerrada y llena de líquido de criogenización.
El protocolo debía haber drenado el líquido antes de despertarle, pero no lo hizo.
El pánico lo invadió y empezó a golpear las paredes de la cápsula sin pensar, sin lógica, solo instinto de supervivencia.
No quería morir.
Y al final… la cápsula cedió.
El líquido se desalojó y su cuerpo se desplomó sobre el suelo, tosiendo, vomitando, temblando.
Mientras recuperaba el aliento, una voz repetía en bucle:
—Destino alcanzado. Destino alcanzado.
No podía creerlo.
¿Había terminado el viaje?
¿De verdad habían cruzado la galaxia en un viaje de miles de años hacia su nuevo hogar?
Miró a su alrededor. Las cápsulas vecinas comenzaban a abrirse con el murmullo de quienes despertaban plácidamente de un sueño eterno, escapando de la Tierra.
De pronto, una voz sonó con entusiasmo:
—Vamos a la sala de observación. Allí veremos nuestro nuevo hogar.
Aún mareado, se puso en pie y siguió al grupo de colonos por los pasillos.
Y entonces llegaron.
Una enorme cúpula de vidrio les mostraba el cielo estrellado. La visión del planeta arrancó gritos de júbilo.
—¡Es hermoso!
—¡Por fin!
—¡Lo conseguimos!
Pero él se quedó petrificado.
Sus ojos se clavaron en la imagen que tenían delante.
Sabía lo que estaba viendo.
El planeta azul.
Los océanos.
Los continentes.
La Luna.
La Tierra.
No era un nuevo hogar.
Era el mismo.
Se tambaleó, incrédulo.
¿Cómo era posible?
¿Habían fallado las coordenadas?
¿Se había movido la nave?
¿Y por qué nadie parecía darse cuenta?
La voz del ordenador volvió a sonar:
—Destino alcanzado.
—Condiciones planetarias óptimas.
Entonces lo comprendió.
No se habían ido a ningún sitio.
Solo orbitaron en el tiempo.
Durmieron… hasta que la Tierra sanó.
Sanó de la contaminación que la asfixiaba,
de la guerra que la desgarraba,
del hambre que la consumía.
Y en su amnesia colectiva, celebraron haber llegado a un nuevo hogar.
Pero, ¿volverían a cometer los mismos errores?


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