no-me-sueltes

No me sueltes

—¿Dónde quieres ir? —preguntó él, con la mirada algo distraída, aunque conocía bien la respuesta.

—Volvamos allí otra vez —dijo ella con voz animada —Hace tiempo que no vamos.

—¿Seguro? —replicó él, arqueando una ceja— La última vez nos costó volver. Cada vez es más difícil regresar… esos colores y sus sonidos nos atrapan. Y la última vez me soltaste la mano; por un momento te perdí más allá del color verde y su sonido. No puedes hacerlo otra vez. No puedes soltarte.

Ella bajó la mirada, preocupada, pero no quería perder la oportunidad de volver.

—Me atrapó el color azul y su sonido… lo siento. Después del último color, su sonido se vuelve infinito y no se puede volver. Lo sé. Pero sabía que estabas a mi lado… cuando te oí llamarme desde el color verde.

—Está bien —dijo él, con voz suave—. Coge mi mano y cierra los ojos; allá vamos: tres, dos, uno…


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *