Fuerza que habita en los cuatro vientos, infunde tu furia antes de mi último suspiro.
Tu brisa, densa y opresiva miasma, asfixia y trae desazón a mi aguerrido corazón; imploro que esta no sea mi última hora, que mi acero resuene en tu esencia y disipe este aura de desolación hacia la victoria.
¡En guardia!


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